LA SILAMPA, EL SECRETO DE VERAGUAS

LA SILAMPA, EL SECRETO DE VERAGUAS

La Silampa está ubicada en las altas montañas del corregimiento de Chitra, en Calobre, provincia de Veraguas. Para los amantes del ecoturismo y la naturaleza, se puede visitar este conjunto de cascadas que forman una de las más espectaculares cortinas de agua con la ayuda de guías locales en una excursión que le hará pasar un día diferente. Su profunda agua color turquesa, el verdor de la vegetación, la brisa constante que refresca en un clima tropical y el sonido inagotable del agua, hace de La Silampa uno de los inolvidables atractivos turísticos de Veraguas.

 

Según la leyenda, hace años en este sitio salía una criatura por las noches con apariencia de una mujer con túnica blanca que sobrevolaba los caminos y campos despoblados. Hoy la historia es otra, puesto que cientos de personas, tanto nacionales como extranjeros, acampan en las planicies del lugar para apreciar este espectáculo de la naturaleza. Cierto, es de suma importancia que el visitante coordine el viaje con un guía turístico, que tenga buenas condiciones físicas y, de ser posible, tener el contacto de los bomberos o personal de protección civil para que puedan brindarle los primeros auxilios en caso de algún accidente, ya que la vegetación es densa y las colinas empinadas.

 

Esta joya de la naturaleza se ha convertido en unos de los principales destinos turísticos de la región veragüense debido a la difusión de espectaculares fotos en las redes sociales, donde se refleja la autenticidad y belleza de este lugar. Su descubrimiento ha contribuido al crecimiento de ecoturismo en la zona y ha abierto una nueva fuente de ingresos económicos para los lugareños, quienes cuidan este lugar como una joya natural preciada.

 

Para llegar a La Silampa existen dos rutas, se puede ingresar por Santiago de Veraguas o por El Jaguito, en El Roble de Aguadulce, siendo la ruta de mejor acceso. Durante el recorrido se puede disfrutar de la naturaleza, vistas espectaculares de las montañas, la fresca brisa y la tranquilidad del campo. Recuerde llevar agua, comida, ropa cómoda, zapatillas o botas para la montaña, mucha energía y espíritu aventurero, así como una cámara y celular con suficiente batería para disfrutar al máximo de esta experiencia ecoturística.