LAS TRADICIONES DE SEMANA SANTA

LAS TRADICIONES DE SEMANA SANTA

Una de las celebraciones religiosas más populares y antiguas de la Semana Santa en Panamá es el Drama de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo que se desarrolla en el pueblo de Pesé, provincia de Herrera. Esta es una actividad cultural que reúne a feligreses y turistas atraídos por la originalidad y autenticidad de este emblemático evento que resalta la cultura popular de la región central del país.

 

Desde hace 69 años, el pueblo de Pesé realiza la ‘Semana Santa Viviente’ y este año no es la excepción. Este tradicional evento se desarrolla al aire libre con la asistencia de más de 20 mil visitantes de todas partes del país que vienen a esté pequeño pueblo en el corazón de Herrera durante la semana mayor, que este año tendrá lugar del 14 al 20 de abril. Fue en 1950, con la llegada del padre español Luis Angulo que se dieron los primeros pasos para la celebración de la Semana Santa Viviente de esta comunidad, como comentan sus propios habitantes. Esta obra se realizó de forma ininterrumpida hasta 1984 para luego ser retomada en 2004 con más impulso.

 

Con el pasar de los años, la participación de la comunidad ha ido en aumento y actualmente la representación del Drama ha crecido tanto que son miles las personas que asisten para ver y vivir el momento de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Para los organizadores, el evento, más allá de ser un éxito, es una actividad que integra a la comunidad quienes durante meses se preparan para cumplir los roles asignados dentro de la obra. Sin embargo, la falta de fondos es un gran reto para su desarrollo, cuya elaboración supera los 20 mil dólares y donde participan más de 130 actores locales, quienes se ofrecen de manera gratuita.

 

A través de esta obra, los organizadores reparten un mensaje de evangelización a miles de visitantes con un lenguaje sencillo y cuyo único propósito es esparcir la palabra de la salvación. La jornada comienza el Jueves Santo a la 6:00 p.m. con la dramatización de la última cena y la aprensión de Jesús en el Monte de los Olivos; mientras que el Viernes Santo las actividades comienzan más temprano con la representación de la Pasión de Cristo que finaliza con su crucifixión.